Terapia para Adultos

Centro de Psicología Multidisciplinar en Vecindario

Desde nuestro centro abordamos la intervención terapéutica de los problemas y trastornos de las personas adultas desde un modelo fenomenológico y hermenéutico. Con “fenomenológico” queremos decir que nuestro objetivo es comprender la experiencia viva de nuestro paciente en su acontecer, tal como se da y se manifiesta en la vida de la persona. Y con “hermenéutica” queremos decir que no pretendemos atender a nuestro paciente a partir de explicaciones predefinidas (tal como hacen otros modelos de psicoterapia) y no ofrecemos anticipaciones o prescripciones de formas de vivir en función de los distintos modelos al uso. Lo que pretendemos es que a partir de la relación terapéutica el paciente sea capaz de escucharse a sí mismo, que sea capaz de asumir la responsabilidad y la tarea de ser él o ella mismo/a. Nuestro modelo de psicoterapia está orientado para que cada persona inicie un camino de transformación de su propio modo de vivir, movilizando aquellos medios de transformación propios de cada persona.

Como terapeutas, atendemos a la historia única y particular de cada paciente, para intentar despertar la capacidad para comprenderse a sí mismo e iniciar nuevos caminos y diferentes proyectos de vida.

Algunos de los trastornos que pueden surgir en la tapa adulta son los siguientes:

La depresión y otros trastornos del estado de ánimo hacen referencia a un síndrome, o conjunto de síntomas, que afectan principalmente a la esfera afectiva: tristeza, decaimiento, falta de energía vital, pérdida de interés generalizado, incapacidad para disfrutar las actividades lúdicas habituales, sentimientos de inutilidad, pérdida del apetito, alteración del sueño, etc. Los trastornos del estado de ánimo están divididos en: trastornos depresivos, trastornos bipolares, trastornos debido a enfermedad médica y trastornos inducido por sustancias.

La ansiedad se considera una emoción propia de todas las personas, pero en ocasiones la ansiedad alcanza una intensidad demasiado elevada o aparece en situaciones donde no hay motivo de alarma real provocando un gran malestar y pudiendo afectar al ámbito social, laboral, personal y/o familiar. Algunos de los trastornos de ansiedad son: trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de angustia, fobias, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno por estrés postraumático, o trastorno por estrés agudo.

A diferencia de épocas anteriores en las que la función principal de la pareja era la procreación y educación de los hijos, hoy día también se busca a través de ella el amor, la satisfacción y la realización personal. Cada vez es mayor el número de parejas que solicitan ayuda profesional, debido a la mayor libertad para plantear las quejas, y a que la terapia de pareja es eficaz. Las áreas donde suele generarse más conflicto suelen ser: las relaciones de poder y toma de decisiones, problemas de intimidad, afecto o sexuales, dificultades de comunicación, o conflictos con las familias de origen.

PROBLEMAS DE PAREJA

Cuando hablamos de ciclo vital nos referimos a las etapas que las personas atraviesan a lo largo de su la vida. El cambio de una etapa a implica un proceso de adaptación y transformación a nivel personal, social o familiar que en ocasiones requiere ayuda y apoyo para realizar los ajustes e interiorización necesarios. Las etapas más habituales son las siguientes: adolescencia, constitución de pareja, inicio de la convivencia, nacimiento y crianza de los hijos, salida de los hijos del hogar, maduración personal, y ancianidad.

Los trastornos o desórdenes del sueño son un amplio grupo de padecimientos que afectan el desarrollo habitual del ciclo sueño-vigilia, pudiendo afectar significativamente al funcionamiento físico, mental y emocional del individuo. Algunos de los trastornos del sueño son: Insomnio o dificultad para iniciar, mantener o no tener un sueño reparador; Hipersomnia o somnolencia excesiva; y Narcolepsia o ataques de sueño irresistibles. El más frecuente es el insomnio y suele estar asociado a otros problemas de índole variada: laborales, personales, económicos, familiares, etc.

Al contrario de lo que muchas personas creen, la mayoría de los trastornos sexuales son de origen psicológico, sin causa orgánica que lo sustente. El origen psicológico de estos trastornos puede ser diverso: mala educación sexual, tabús y prejuicios morales o religiosos, respuestas corporales condicionadas por situaciones pasadas, problemas en la pareja, estrés, etc. Los trastornos sexuales se agrupan en: Disfunciones sexuales (alteraciones en el deseo, problemas en la respuesta sexual normal, o problemas interpersonales relacionados con el tema), Parafilias (impulsos sexuales, fantasías, o comportamientos recurrentes e intensos que implican objetos no humanos, el sufrimiento o la humillación de uno mismo o de la pareja, o que implican niños u otras personas que no consienten) y Trastornos de la identidad sexual (contradicción entre la identidad sexual de la persona y el sexo biológico de su anatomía).

Los trastornos de la alimentación se manifiestan a través de la conducta alimentaria, sin embargo consisten en una amplia gama de síntomas entre los que prevalece la distorsión de la auto-imagen corporal, el miedo a subir de peso y la manifestación a través de la imagen corporal de una serie de valores, influidos por los modelos estéticos dominantes hoy día en nuestra sociedad. Los trastornos alimentarios más conocidos son la Anorexia y la Bulimia.

Las personas con escasas habilidades sociales y/o de relación son más propensas a padecer aislamiento social y rechazo, a tener menos oportunidades laborales y mayores dificultades para iniciar relaciones sociales y de pareja. Las habilidades sociales se manifiestan a través de una serie de conductas, pero tienen su raíz en variables emocionales y de personalidad sobre las que también hay que actuar, y que se traducen en excesiva timidez, vergüenza o retraimiento social.

Los trastornos de personalidad son un conjunto de perturbaciones o alteraciones que se dan en las dimensiones emocionales, afectivas, motivacionales y de relación social de los individuos. Estos trastornos no tienen porque llevar asociado un desajuste social, aunque sí se dan en muchos casos debido a las perturbaciones emocionales. Algunos de los trastornos de la personalidad son: Trastorno paranoide, Trastorno obsesivo-compulsivo, Trastorno por dependencia, Trastorno por evitación, o Trastorno antisocial.

La esquizofrenia y otros trastornos psicóticos tienen en común la pérdida de los límites del sí mismo y de la evaluación de la realidad, con síntomas como alucinaciones, delirios, lenguaje o comportamiento desorganizado, entre otros. Los trastornos psicóticos se dividen en: Esquizofrenia, Trastorno esquizofreniforme, Trastorno esquizoafectivo, Trastorno delirante y Trastorno psicótico breve.